viernes, 26 de mayo de 2017

Enseñar para la vida.



Sólo el trabajo decidido y protagónico de los maestros ayudará a que las intenciones de las políticas trazadas se vuelvan un hecho efectivo. No se pueden transformar las prácticas educativas y garantizar con ello que los niños sepan lo que deben saber, sin la consolidación de las instituciones escolares y sin la activa presencia de los maestros.
¿Por qué el énfasis en el maestro? No podemos desconocer que a lo largo de la historia de la pedagogía, él (ella) ha sido el sujeto que ha llevado a la práctica grandes premisas pedagógicas. Siempre ha jugado un papel esencial. Históricamente se ha ganado un lugar en el que ha sido facilitador de la construcción del conocimiento y mediador en la consolidación de relaciones.
En la época actual, cuando nos encontramos frente a las exigencias de la globalización, preocuparse por generar una actitud frente al aprender implica, a su vez, propiciar la estructuración de unas competencias esenciales para desenvolverse en el mundo de la vida práctica. Dichas competencias están referidas al dominio del saber cientifico: saber cómo piensa la ciencia y cómo se pueda crear a partir de ella; a la apropiación de unas competencias laborales, para responder técnica y tecnológicamente a las nuevas exigencias de producción; y a la construcción de unas competencias ciudadanas que nos permitan vivir juntos en medio del respeto y la alteridad. Pero estas no son las únicas acciones que puede realizar un maestro: su presencia sirve de referente para la configuración de identidades. Todos éstos son propósitos esenciales de la política de la Revolución Educativa.
La equidad, como principio rector de la actual política, está orientada a garantizar el acceso a las instituciones de todos los niños y niñas en las diferentes regiones del país. Pero ello no es suficiente. Se necesita, además, generar un mecanismo de retención que garantice la permanencia en el sistema escolar, propiciar experiencias significativas que faciliten mejorar los procesos de aprendizaje y asegurar el dominio de los mismos. Estos propósitos obligan a una gestión institucional eficiente y eficaz, en la que los directivos docentes y los maestros cumplen un papel fundamental.
El maestro y la función social
El lugar que actualmente tiene el maestro le asigna la labor definitiva de formar a las jóvenes generaciones, razón que pone al orden del día la función social de sus acciones. Sabemos que esta responsabilidad social se ha vuelto compleja, por cuanto requiere que se apropie de los conocimientos de un campo disciplinar y sea capaz de enfrentarse a los retos que exige una sociedad como la de hoy.
Cuando se piensa que un maestro es un formador de seres humanos y que muchas veces es el profesional que pasa más tiempo con los niños y jóvenes, se hace evidente la importancia social de su trabajo y las diversas responsabilidades de su profesión. El maestro contemporáneo se enfrenta a retos que le impone su disciplina, y a otros que le demanda la sociedad. Hoy en día, requiere de competencias diferentes para solucionar con creatividad los primeros, y participar así en la solución de los segundos.
El maestro y sus habilidades
Lo dicho hasta ahora se inscribe en unas demandas y exigencias generalizables; sin embargo, resulta necesario señalar un conjunto de acciones, a veces imperceptibles, fundamentales para la dinámica escolar.
Además de conocer su disciplina y los medios para lograr su comprensión y aprendizaje, el maestro necesita saber comunicarse, oír de manera activa y respetuosa las diferentes posturas, incluir y valorar las diferencias, así como despertar curiosidad por el conocimiento, de acuerdo con las etapas de desarrollo de cada estudiante. El maestro identifica sus emociones y las de los estudiantes y las encauza de manera constructiva.
En su práctica cotidiana, el maestro se enfrenta a sus estudiantes y sus expectativas, tan disímiles como el número de aprendices en el aula, y se compromete con las particularidades de cada uno. No sólo el saber de cada estudiante es diverso sino sus modos y fuentes de motivación hacia el aprendizaje. Es importante, entonces, que conozca estas diferencias para procurar el aprendizaje de todos y cada uno. A partir de esas particularidades, los maestros diseñan sus clases y adaptan los materiales de acuerdo con las necesidades y los retos pedagógicos a los que se enfrentan. Todo ello para formar hombres y mujeres con las capacidades y conocimientos necesarios para participar activamente en su sociedad.
Es evidente que el maestro está en la obligación de actualizar sus conocimientos y desarrollar de forma constante habilidades y actitudes que le permitan responder efectivamente a los retos, por medio del desarrollo de lo que sus estudiantes deben saber, saber hacer y ser. Así, la formación en competencias (básicas, ciudadanas y laborales), en sus estudiantes, es a la vez un incentivo para su desarrollo personal. El maestro que ama la ciencia, el placer estético de sus explicaciones y la manera como se confrontan las hipótesis y las ideas para su fortalecimiento o refutación, desarrolla pensamiento científico en sus estudiantes. Pero también, promueve ambientes democráticos el maestro que permite el diálogo de saberes, en el que cada cual participa en la construcción de ellos mediante el reconocimiento de buenos argumentos y con capacidad de autocrítica.
Para los estudiantes, el maestro es un ejemplo de vida, imagen de autoridad y respeto. Es decir, es un referente en la consolidación de su propia identidad. En consecuencia, "debe tener disposición para entender sus estrategias, necesidades, valores y defectos, reflexionar sobre su propia enseñanza y los efectos en los estudiantes, desarrollar una filosofía propia frente a la educación, apreciar la responsabilidad de servir positivamente de modelo para los educandos, aceptar cambios, ambigüedades y desaciertos"1.
Asimismo, los maestros son fuente de inspiración para el desarrollo de valores sociales como la tolerancia, la honestidad, la justicia y la equidad, y motores para evidenciar y proteger el valor social de las diferencias culturales. Además, cuando el estudiante advierte la solidaridad y la cooperación entre los maestros de su institución -inclusive con los de otras instituciones-, se motiva a desarrollar esas prácticas para el logro de sus objetivos académicos.
Integración pedagógica
Cada institución educativa tiene su Proyecto Educativo institucional y en él se hallan los lineamientos pedagógicos, administrativos y comunitarios que sirven de mapa de navegación para todos los maestros. Con los estándares básicos en cada competencia, también se ha definido lo que un estudiante debe saber y saber hacer de acuerdo con el grado al que pertenece. Estos referentes son una guía que enriquece la práctica pedagógica de un maestro, quien está en capacidad de elevar esos niveles propuestos y tiene la creatividad y capacidad de adaptar diversas metodologías a las necesidades pedagógicas. Así, a partir de los resultados alcanzados por cada estudiante en las diferentes pruebas, el maestro contribuye a la definición de estrategias mediante las cuales toda la institución educativa se compromete con el mejoramiento de las competencias de los estudiantes, de manera sistemática y continua.
En este sentido, el maestro tiene la habilidad de usar estrategias basadas en la resolución de problemas que desarrollen la capacidad de análisis y el pensamiento crítico, matemático, científico, así como las capacidades de expresión oral y escrita de los estudiantes. Estratégicamente, "el maestro debe ser capaz de organizar equipos de trabajo orientados al logro de metas y aprendizajes más eficaces y placenteros; de fomentar mejores relaciones entre los estudiantes y entre éstos con los maestros; experimentar nuevos métodos y prácticas diseñadas por ellos mismos"2, a partir de lo que saben y han investigado; mezclar teoría y práctica de manera que el estudiante se sienta seducido por el aprendizaje; debe tener pasión, entrega y compromiso.
Sus conocimientos conceptuales deben estar basados en diversas teorías que le permitan jugar e intercambiar varios métodos y experiencias. Además, el maestro debe tener conocimientos acerca de "aspectos cognitivos, morales y de desarrollo psicológico, que le ayudarán a determinar los estilos y modelos de aprendizaje de los estudiantes"3. En este sentido, el maestro de la época actual debe estar en capacidad de hacer uso de los diferentes medios y tecnologías de información y comunicación con los que el niño interactúa a diario. Estos recursos hacen más atractiva y didáctica su clase y le permiten desarrollar y crear nuevos métodos y pedagogías acordes con las dinámicas del mundo contemporáneo.
Así, las prácticas pedagógicas, el diseño curricular, los objetivos institucionales, las necesidades de aprendizaje individual y colectivo deben estar acompasados entre sí, con el fin de lograr la eficacia escolar esperada. En consecuencia, la evaluación es una actividad fundamental del saber hacer del maestro, pues sólo a través de la aplicación de pruebas a sus estudiantes y un proceso de autoevaluación continuo, el maestro tiene la información necesaria para mejorar su práctica cotidiana. En este sentido, cuenta con "habilidades para monitorear y evaluar los aprendizajes de los estudiantes a través de varios métodos, valorar su propia conducta en relación con los cambios en desarrollo y modificar sus objetivos y planes de aprendizaje, de acuerdo con los resultados de la evaluación" 4.
Mejorar la formación docente
Este conjunto de dominios, conocimientos y habilidades que acompañan la labor de un maestro requiere un esfuerzo enorme por parte del Gobierno Nacional y Regional con el fin de asegurar las condiciones óptimas para su buen desempeño. En este sentido, la Revolución Educativa ha diseñado un programa de formación docente con tres líneas de trabajo.
En primer lugar, junto con las Cajas de Compensación Familiar se viene desarrollando un proceso para su crecimiento personal, autoestima y liderazgo. En segundo lugar, el programa se orienta a la formación inicial de maestros, a través del fortalecimiento de los procesos educativos en las Escuelas Normales Superiores y las Facultades de Educación de las universidades. Se han acreditado 138 Normales y se están diseñando los lineamientos de política para poder alcanzar una acreditación de alta calidad. Por último, el programa pretende consolidar el desarrollo profesional de los docentes en servicio: el fortalecimiento de la gestión directiva; la recopilación y publicación, en el Portal Colombia Aprende, de las experiencias más significativas; el desarrollo de proyectos específicos para enriquecer los conocimientos disciplinares y satisfacer las exigencias didácticas; el acercamiento de los docentes a los medios educativos como las nuevas tecnologías, la televisión y las bibliotecas públicas; la formación de los maestros en una segunda lengua, mediante un proceso sistemático y secuencial del inglés; y, por último, el mejoramiento de sus competencias para la aplicación de modelos flexibles y sostenibles en las poblaciones más vulnerables del país.

Construir país
Formar personas que participen activamente en la construcción de la sociedad colombiana es una meta que precisa de conocimientos, competencias y valores específicos. Se trata de "entender la organización social y las maneras en que ésta afecta a los sujetos sociales y cómo las personas influyen en dicha organización; este conocimiento les permitirá trabajar con las poblaciones más vulnerables y entender las causas y las consecuencias de su acontecer. Asimismo, el maestro debe conocer las culturas del mundo y tener la capacidad de examinar los temas, las tendencias y las proyecciones de cada una de ellas y la forma en que se relacionan unas con otras"5.
Desde las diferentes disciplinas, en las áreas obligatorias y optativas y por medio de los proyectos educativos, los maestros contribuyen al conocimiento de la realidad presente y pasada. Al situar a los estudiantes en esta realidad, aportan a la posibilidad de crear proyectos de vida política e individual, que dan capacidad de desempeño, esperanza y sentido de futuro a las nuevas generaciones. Por medio del desarrollo de competencias, contribuyen a la construcción de tejido social, al fomentar lo que los estudiantes son, saben y saben hacer para participar activamente y de forma constructiva en la sociedad, siempre propendiendo por el bien común. Los maestros hacen productiva la escuela, ante todo participando en los procesos de mejoramiento de la calidad de la educación y, específicamente, en el aprendizaje de niñas, niños y jóvenes.


Mineducaciongovco(2017)MineducaciongovcoRetrieved 27 May, 2017, from http://www.mineducacion.gov.co/1621/article-87610.html

Googlecomco(2017)GooglecomcoRetrieved 27 May, 2017, from https://www.google.com.co/search?q=niños construyendo un mejor pais

miércoles, 24 de mayo de 2017

Actividades iniciales en la educación inicial.

El camino para crear una "Cultura de la educación inicial"

En el marco de la atención integral, es a través de cuatro actividades rectoras que además de ser actividades inherentes a los niños y las niñas, posibilitan aprendizajes por sí mismas.
El juego, el arte, la literatura y la exploración del medio son las actividades rectoras de la primera infancia, lejos de ser herramientas o estrategias pedagógicas, que se "usan como medio para lograr otros aprendizajes", en sí mismas posibilitan aprendizajes.
El planteamiento que hace Garvey sobre el juego ayuda a explicar esta idea, cuando afirma que: "El niño no juega para aprender pero aprende cuando juega", esto mismo se podría decir con respecto al arte, la literatura y la exploración del medio. La pintura y el dibujo, por ejemplo, aparecen en el contexto de la educación inicial como actividades a las que las niñas y niños recurren para expresarse, construir mundos simbólicos, elaborar la apropiación de los objetos reales, entre otros, y no como estrategias para desarrollar su motricidad fina, lo cual no excluye que el manejo de pinceles o crayolas, contribuyan a ello.

El juego

El juego es un reflejo de la cultura y la sociedad y en él se representan las construcciones y desarrollos de los entornos y sus contextos. Las niñas y niños juegan a lo que ven y al jugar a lo que viven resignifican su realidad. Por esta razón, el juego es considerado como medio de elaboración del mundo adulto y de formación cultural, que inicia a los pequeños en la vida de la sociedad en la cual están inmersos. En el juego hay un gran placer por representar la realidad vivida de acuerdo con las propias interpretaciones, y por tener el control para modificar o resignificar esa realidad según los deseos de quien juega. La niña y el niño representan en su juego la cultura en la que crecen y se desenvuelven. Desde esta perspectiva, el juego permite aproximarse a la realidad del niño y la niña.



La literatura
Las niñas y los niños son especialmente sensibles a las sonoridades de las palabras y a sus múltiples sentidos. Necesitan jugar con ellas, ser nutridos, envueltos, arrullados y descifrados con palabras y símbolos portadores de emoción y afecto. Por ello la literatura es también una de las actividades rectoras de la infancia. Las personas que están cerca de los más pequeños constatan cotidianamente que jugar con las palabras -descomponerlas, cantarlas, pronunciarlas, repetirlas, explorarlas- es una manera de apropiarse de la lengua. Quizás por ello suele decirse que las niñas y los niños se parecen a los poetas en su forma de "estrenar" y de asombrarse con las palabras, y de conectarlas con su experiencia vital. En sentido amplio, la literatura en la primera infancia abarca no solo las obras literarias escritas, sino también la tradición oral y los libros ilustrados, en los que se manifiesta el arte de jugar y de representar la experiencia a través de símbolos verbales y pictóricos.
La necesidad de construir sentido, inherente a la condición humana impulsa desde la más temprana infancia a trabajar con las palabras para habitar mundos posibles y para operar con contenidos invisibles.
La riqueza del repertorio oral que representan los arrullos, las rondas, las canciones, los cuentos corporales, los juegos de palabras, los relatos y las leyendas, hacen parte de la herencia cultural que, junto con la literatura infantil tradicional y contemporánea, constituyen un acervo variado y polifónico en el cual las niñas y los niños descubren otras maneras de estructurar el lenguaje, vinculadas con su vida emocional.

El arte

Observar las rondas y los juegos de tradición oral permite constatar cómo la literatura, la música, la acción dramática, la coreografía y el movimiento se conjugan. Desde este punto de vista, las experiencias artísticas -artes plásticas, literatura, música, expresión dramática y corporal- no pueden verse como compartimientos separados en la primera infancia, sino como las formas de habitar el mundo propias de estas edades, y como los lenguajes de los que se valen los niños y las niñas para expresarse de muchas formas, para conocer el mundo y descifrarse. Dentro del ciclo vital es en la primera infancia cuando los seres humanos están más ávidos y más dispuestos a esas formas de interactuar con el mundo sensible. El hecho de "estrenar", palpar e interrogarse por cada cosa, de fundir la comprensión con la emoción y con aquello que pasa por los sentidos hace de la experiencia artística una actividad rectora de la infancia.

La exploración del medio

Las niñas y los niños llegan a un mundo construido. Un mundo físico, biológico, social y cultural, al que necesitan adaptarse y que los necesita para transformarse. En él encuentran elementos y posibilidades para interactuar gracias a sus propias particularidades y capacidades. Los sentidos gustar, tocar, ver, oler, oír- cumplen un papel fundamental en la exploración por cuanto sirven para aproximarse al medio de diversas maneras. Explorar permite a las niñas y los niños cuestionarse, resolver problemas, interactuar, usar su cuerpo, investigar, conocer, ensayar, perseverar, ganar independencia. Esta experiencia implica un proceso de construcción de sentido acerca de lo que pasa en el mundo y de lo que significa ser parte de él. El juego, la literatura, el arte y la exploración del medio son actividades en muchos casos interdependientes. Así por ejemplo, cuando la niña o el niño juega o explora, puede hacerlo manipulando materiales plásticos como pinturas o arcillas, con lo cual se acerca a una experiencia artística. También hay casos en donde el juego se combina con la expresión literaria y musical
Texto tomado del documento Fundamentos políticos, técnicos y de gestión de la estrategia de atención integral a la primera infancia.

                                                                  http://www.mineducacion.gov.co/primerainfancia/1739/w3-article-178032.html

martes, 23 de mayo de 2017

Talleres de gestión

Gestión de la información a través de herramientas informáticas.

Los talleres que se realizaron en el  transcurso del semestre es de una gran utilidad para el desarrollo de nuestras labores estudiantiles, personales y laborales. Ya que cada herramienta que utilizamos, conocimos y colocamos en practica, nos ayuda a conocer los elementos en los que podemos desarrollar actividades.

Mapa mental: 



Mapa conceptual: 


Presentación interactiva prezi: 


Cuento infantil Calameo: 

http://es.calameo.com/read/005167386838571aa7c97



Creación de video Youtube:


 


Pedagogía infantil

Definición de pedagogía

La pedagogía  es la ciencia que estudia todo lo relacionado con la educación y los valores correspondientes al ser de una persona, en ella encontramos diferentes pautas que nos sirve para descubrir los métodos que podemos plantear en el desarrollo educativo con niños, adolescentes y adultos. Pertenece al campo de las ciencias sociales y humanos, cada persona que se prepara para transmitir sus conocimientos y aprendizajes, adquieren practicas para desarrollarlas de forma pedagógica.



Pinterestcom(2017)PinterestRetrieved 24 May, 2017, from https://es.pinterest.com/pin/41517627795981320/


Es guiar, conducir y aconsejar a la persona en cualquier etapa de su vida. La pedagogía busca la comprensión y organización de la cultura y la construcción del sujeto. Fundamentalmente, la pedagogía es filosófica, y como hemos dicho antes, su objeto de estudio es la formación.

Con la pedagogía el papel del maestro se ha reinventado. La tarea del maestro es de conductor, de orientador, tiene un papel activo en la enseñanza e intenta cubrir las necesidades e intereses de sus alumnos.

Tipos de pedagogía

Pedagogía infantil: Su objeto de estudio es la educación de los niños. Su función principal es desarrollar actividades docentes en preescolar o primaria.

Pedagogía social: Se usa en los servicios sociales y tiene como función la prevención, la ayuda y la resocialización. Su objetivo principal es ayudar a todas aquellas personas que están en riesgo social. 

Pedagogía descriptiva: Estudia factores educativos, históricos, biológicos, psicológicos, y sociales. 


Pedagogía psicología: Utiliza herramientas psicológicas en el terreno educativo.
berestudioscom(2017)IberestudioscomRetrieved24 May, 2017, from http://noticias.iberestudios.com/que-es-la-pedagogia/
                    Youtubecom(2017)YouTubeRetrieved 24 May, 2017, from https://www.youtube.com/watch?v=65LgOjHwQjk




Enseñar para la vida.

Sólo el trabajo decidido y protagónico de los maestros ayudará a que las intenciones de las políticas trazadas se vuelvan un hecho ef...